Siento que la ropa que usaba antes, cuando iba a la secundaria, duraba mucho más que la ropa que podría llegar a comprar hoy en día. ¿Estoy en lo correcto?
¿Antes la ropa era de mejor calidad?
¿Bajo la calidad de la ropa que compramos?
Los dos cambios más grandes que podemos ver entre la ropa de los 80s, 90s y 2000s versus lo actual son:
Ya nada encaja correctamente: no tiene nada que ver con vos ni con tu cuerpo.
Las prendas ya no duran tanto.
Cada vez es más difícil encontrar ropa de calidad que dure, incluso en marcas que me solían gustar.
¿Por qué pasa esto?
Quiero que pienses en la cantidad de prendas nuevas que compraste el año pasado. Seguramente estemos alrededor de 50/60, cuando en 1980, el promedio de prendas nuevas por año era de 12. Además, en los 80’s y 90s, las marcas solían tener un par de colecciones al año: primavera-verano y otoño-invierno. Los diseñadores se tomaban alrededor de 9 meses para pensar sus colecciones, conceptos, diseños, confección, pruebas, etc.
Es decir: las personas compraban menos ropa, pero serían piezas bien hechas que se llevarían durante años.
¿Y eso de estar al día de todas las tendencias?
Bueno, eso era algo que sólo podían hacer los ricos, hasta que llego Zara, y eso empezó a cambiar. “Toma 15 días tener una idea nueva y tener la prenda en tiendas”. Esto es lo que se llama “productos de color crudo” o “greige goods”.
En lugar de fabricar en el extranjero, Zara construyó sus propias fábricas de alta tecnología en España, todas conectadas a la sede central por un monorraíl subterráneo. Allí, robots que trabajan las veinticuatro horas del día cortan y tiñen tejidos para crear piezas inacabadas y descubiertas que pueden convertirse en cualquier prenda.
En el panorama de la moda de los años 2000, tenías cuatro opciones de compra distintas que variaban en precio y calidad:
1. Alta costura o marcas de lujo
2. Grandes almacenes
3. Marcas de centro comercial
4. Moda rápida
Pero hoy en día pareciera que la pirámide se ha derrumbado y todo es un poco más barato y de peor calidad: tenemos las marcas de lujo, las tiendas departamentales y luego, el rejunte de marcas de centro comercial y moda rápida.
Uno de los factores que hizo que esto suceda es internet. Las redes sociales y la moda rápida son una pareja perfecta. Las redes sociales han contribuido a acortar nuestra capacidad de atención, lo que se extiende también a las tendencias de moda, que se suceden cada vez más rápido.
Esto hace que la moda rápida sea indispensable para los influencers, que dependen de un flujo constante de ropa nueva para sus contenidos. Lo que, inconscientemente, nos obliga a todos a llevar un atuendo único e inédito cada día, lo cual es bastante difícil.
Ahora bien, la producción masiva de ropa siempre ha dependido de una mano de obra extrema y de condiciones de trabajo peligrosas. Pero a medida que la industria crece, las víctimas y los abusos no dejan de aumentar.
50 años de moda rápida y ultrarrápida han cambiado por completo nuestra relación con la ropa. En lugar de ser algo que apreciar y cuidar, ahora son un bien de consumo de plástico barato y desechable más. Además de comprar mejor, tenemos que conocernos mejor. De nada sirve que compres ropa de calidad pero que termine el fondo del placard, sin usar durante años.
Para pensar.
Fuente: More Perfect Union.
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