El negro es esa relación tóxica, amado u odiado, aceptado o totalmente rechazado.
Es verdad que se asocia más con «depresión y problemas de salud mental y/o delincuencia», pero esta es una comprensión muy limitada del papel de la ropa negra en la psique pública. Más que ningún otro color, está repleto de asociaciones y simbolismos, que pueden significar una cosa para quien lo lleva y otra para quien lo observa, y que cambian según el contexto.
Después de todo, el negro es el color de las brujas,
de los ninjas,
de las estrellas de rock,
de los beats ,
de Darth Vader,
de Johnny Cash,
de Batman,
de Morticia Addams
de Lydia Deetz y
de la Reputation Era de Taylor Swift.
Se asocia con el misterio, el luto, la excentricidad y la elegancia, pero también con la rebeldía y la angustia adolescente.
Es de conocimiento público que la gente de la moda adora el negro, aunque Anna Wintour supuestamente lo odie. Muchos diseñadores, como Yohji Yamamoto, sienten predilección por él: «el negro es modesto y arrogante al mismo tiempo. El negro es perezoso y fácil, pero misterioso. Pero, sobre todo, el negro dice “No te molesto, no me molestes”» dijo una vez a The New York Times.
Si analizamos desde el ámbito cultural, el negro se ha utilizado como símbolo de luto, mientras en el mundo del marketing transmite deseo, lujo y prestigio. De allí que marcas exclusivas como Chanel, Prada, Nike, e incluso otras como Mercedes Benz y Apple, utilizan esta tonalidad en sus logos.
De acuerdo con la historia de la moda a finales del Renacimiento en los años 1500 y 1600 el color negro reinó en la industria por las influencias de Rey Carlos V de España, quien impuso el uso del color negro en los eventos de la corte como símbolo de poder ademas de ser el más caro de producir. para lograr que una prenda fuera de un “negro profundo”, que era el color más deseado, se debía teñir primero de azul y después de rojo, mezclarlo con sales de plomo y cenizas de carbón. Era un proceso costoso, tedioso y muy precioso. Desde entonces se convirtió en el color regla en el mundo del lujo.
El negro suele ser el uniforme predilecto: no podes errar, siempre vas arreglado, afuera las preocupaciones de que los estampados desentonen, de qué color va con qué.
No hay duda alguna de que el negro ha sido el color de vestuario preferido durante tanto tiempo, y por la que es poco probable que desaparezca pronto como opción de moda... o, de hecho, nunca.
Larga vida al negro.
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